Una vez se comprueba que la pobreza no puede impedir el sueño del corazón de cada niño y niña que encuentra una oportunidad de vida en cada Centro de Desarrollo Integral. Nada es imposible para Dios y en el camino hacia la visión 2030 la iglesia lo sabe y no se detiene para que los sueños de la niñez en todo el país se cumplan en el nombre de Jesús.
Compassion International en El Salvador ha caminado durante 45 años en el territorio Salvadoreño y durante este tiempo ha trabajado en asocio a las iglesias evangélicas para lograr la misión de seguir liberando a los niños de la pobreza en el nombre de Jesús. Esta labor no ha sido fácil, pero, la evidencia en vidas transformadas ha sido el motor que mantiene los esfuerzos en este caminar.
Con la responsabilidad de servir a las iglesias socias quienes implementan el programa en sus comunidades y contextos, ha llevado a la oficina de Compassion Int. El Salvador a relacionarse comercialmente con empresas, emprendedores y proveedores, quienes con excelencia han ofrecido sus productos y servicios para su funcionamiento operacional.
Es increíble, pero a la vez gratificante ver como Dios suele llevar la contraria a las posibilidades humanas. ¿Quién pudo pensarlo? Un adolescente marcado por una condición que le impidiera llevar una vida con normalidad, además vivir en uno de los lugares que lo que más predomina es la pobreza, rodeado de la falta de oportunidades y la desesperanza, hoy puede volar alto, hoy Dios ha decidido glorificarse. Cristian abrasó una oportunidad que llegó a su vida a través del deporte y hoy puede representar a un país entero. Y sí, de aquel lugar salió el que se volverá inspiración para muchos.
Hablar de la Iglesia que Dios quiere sin antes hablar del propósito de esa Iglesia según la revelación de Dios es como hablar de que estamos vivos, pero no sabemos para que. El propósito de la Iglesia nos habla de la razón de su existencia, entender este propósito nos ayuda a definir las metas que deberíamos perseguir y nos lleva a entender de qué manera y hasta adonde es posible que una iglesia haya podido desviarse del plan original de Dios.
Todo lo anterior nos muestra la gran y urgente necesidad, esto es suficiente para hacernos la pregunta: ¿Nuestra niñez nos necesita? ¿crees que los niños de tu comunidad te necesitan? La respuesta categóricamente es ¡¡síí ! pero también nos impulsa a hacer algo. Nos impulsa a accionar, puesto que las buenas intenciones nunca han servido de nada.
Las madres participantes han logrado romper paradigmas, implementando sus propios negocios y ahorro. Ahora, ellas se convierten en mujeres con esperanza en las diferentes comunidades rurales donde residen.
