Desde la Iglesia, ¡Voy a honrarte!

¡Voy a honrarte!

Para Dios no existen las fronteras, no conoce las barreras, él usará a las personas en sus propósitos divinos para llevar el evangelio. Puedes ser  un carpintero, un médico, un campesino y también un deportista. Muchas veces recibo los elogios de la crítica “religiosa” sobre el ¿porque apoyo a los niños en los deportes? Mientras hago oídos sordos, yo prosigo con el pacto que hice con mi creador de seguir impulsando los sueños deportivos de mis chicos.

Existe una historia maravillosa de un corredor Olímpico Escocés,  su nombre fue: Eric Liddell, destacado  en el atletismo. En una mañana de Abril de 1924, Eric recibe una lista de las pruebas en la que debería de participar en los olímpicos de Paris, en cada una indicaba la hora y el día de la celebración de las finales y eliminatorias de los 100 metros planos, en esa lista  había un día temible para él.

¡Domingo! Eric miró el listado por un largo rato. Indudablemente decía domingo,  la eliminatoria de clasificación para la final  se correría en domingo. Pero el no correría un domingo,  no le cabía ninguna duda, su entrenador y la federación de Escocia ya sabían que él no corría los domingos. Nunca lo había hecho ni lo haríaDesde su más temprana infancia se le había enseñado que el domingo es un día de reverencia a Dios.

Eric había guardado esta enseñanza toda su vida. El domingo era el día del Señor y nada, ni siquiera la promesa de una medalla de oro, podía hacerle cambiar de idea. Notificó al Comité Olímpico Británico  que no podía correr los 100 metros planos el domingo. Los periódicos se apresuraron a publicar la noticia dijeron que era un traidor de su país, un hombre no apto para representar a Escocia. Quedó abrumado por los comentarios crueles  de la gente pero, no estaba dispuesto a cambiar de idea.

Mientras tanto, el comité decidió hacer todo lo posible para minimizar la situación  pidiendo a Eric que considerara correr el día viernes los 400 metros planos, los cuales no eran su especialidad. Aunque no tuviera muchas opciones  de conseguir una medalla Eric aceptó.

El viernes 11 de junio de 1924, a las cuatro de la tarde llegó al estadio Colombes, en este lugar la pista parecía más larga que la de los otros estadios. De pronto, llamaron  los atletas a la línea de salida  y el masajista le dio un papelito, al abrirlo, fue sorprendido por la frase: “Como dice el viejo libro negro, Dios honra a los que honran”.

Cuando la pistola sonó,  Eric tomó todo el impulso para reunir toda la fuerza posible. Al llegar a la curva en donde los corredores se juntan, esperaba ver al atleta estadounidense Horatio Fitch  por delante de él,  después de todo, Horatio había establecido los nuevos récords del mundo en esta distancia durante las eliminatorias. Eric, echó su cabeza más hacia atrás y obligó a sus piernas a ir aún más veloces.

En menos de un minuto todo había terminado, ¡Eric fue el primero en cruzar la meta!  ¡Había ganado contra todo pronóstico!  Además, había establecido un nuevo récord del mundo.

 

Cuando veo  nuestros chicos emocionados practicando en cada rama deportiva; ¡veo a los Eric Liddell de esta generación! no solamente porque están desarrollando una área deportiva, sino también porque estamos trabajando con ellos para que honren al Señor,  que por sobre todas las cosas, aun por encima de un premio o una medalla, saben que lo importante sobre todo es honrar al señor haciendo las cosas bien como se les enseñan cada semana en nuestros CDI’s.

Compañeros Pastores, entrenadores y tutores ¡vamos adelante! no desmayen,  veremos pronto el fruto en lo deportivo y en lo espiritual,  no estamos determinados a darnos por vencidos,  ni tampoco  estamos dispuestos a negociar nuestros principios, honremos al Señor y enseñémosles a cada niño a hacerlo también y Dios  nos honrará a nosotros como dice  la escritura en 1 Samuel  2:30: “Yo honraré a los que me honran”.

Gracias a todos los que apoyan a sus niños en cada entrenamiento y en cada competencia, un día veremos la honra de Dios sobre ellos y recibimos con emoción la nueva temporada deportiva, sé que cada equipo buscará ganar y buscará honrar al Señor.

 

 

 

Texto por Misael Saenz, Pastor de Proyecto ES0951 “Hechos Infantiles”.  

Fotografía – Dave Vásquez, Compassion SV