Desde la Iglesia, Mami no te preocupes, no estoy solo…

Mami no te preocupes, no estoy solo

A unos cuantos días de que el mes de mayo termine, muchos hijos y esposos probablemente, han olvidado una vez más,  la gran labor que las madres realizan. Pero, mientras miraba las redes sociales llenas con fotografías de las madres con sus hijos con dedicatorias bonitas, también me tomaba un tiempo y pensaba en aquellas madres que por alguna razón, están detrás de las rejas, de los muros en un centro penitenciario.

De forma casi inmediata, Dios puso en mi corazón el poder dedicar unas líneas a ellas, esas madres que están en las cárceles, es mi deseo que  El Señor les anime por medio de su palabra, tengan fe pues, no les ha dejado en ningún momento. Estarán encerradas físicamente pero dentro de su corazón y su alma, son verdaderamente libres porque la palabra del Señor les hace libres.

Un poderoso verso bíblico cita de la siguiente forma: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:32).  Ustedes que han conocido al Señor, ahora son libres del pasado, son libres de sus errores, son libres de una condenación eterna. Jesús ha pagado el precio de sus pecados en la cruz del calvario, ya no hay condenación para ustedes madres. Esa es la verdadera libertad en Cristo  y ustedes gozan de ella.

El amor de sus hijos, el bendito amor de sus retoños les espera ansiosamente, para decirles mamá (otra bendita palabra que nunca tiene límites). ¡Que palabra tan especial! Quiero decirles, no se preocupen por sus hijos, no están solos,  hay un personal de CDI y de las  iglesias  que ama sus hijos, los cuida, los protege, los alimenta y les enseña a orar por ustedes para que el Señor les guarde y pronto regresen a casa, para  hacer un nuevo comienzo en familia.

Sus hijos no están solos,  acá estamos juntos como un equipo  haciendo la gran comisión de sacar a los niños de la pobreza, para decirles que hay esperanza para ellos, que tienen un futuro  y que el Señor Jesús les ama con amor eterno. ¡Alégrate! en medio de esa celda calurosa o húmeda, alégrate mamá. Dios tiene cuidado de tu descendencia, son especial tesoro para el Señor Jesús. Y está usando a personas de diferentes nacionalidades  con propósitos divinos.

Mientras tanto, seremos sus consejeros, sus amigos, sus tutores hasta el día en que tú regreses. Muchas tutoras, directores y pastores a nivel nacional, están orando y esperando el día en que  su  niño diga: ¡mi mamá ha regresado!  Nos alegraremos con ellos porque, ahora si podrán escuchar una y otra vez  la tan ansiada palabra ¡mamá!

 

Texto por Misael Saenz, Pastor de Proyecto ES0951 “Hechos Infantiles”.

Fotografía por Dave Vásquez, Storyteller Collaborator