Te Quiero Contar Remando sobre la Pobreza
Remando sobre la Pobreza.
El Salvador, un pequeño país que guarda un incalculable número de hermosos lugares, lo mejor de esto, es que se encuentran tan cerca de la capital. Tal es el caso del lago de Ilopango. Se sitúa a tan solo 16 km de la ciudad de San Salvador y se ha convertido en el lago natural más grande del país. Sus aguas cristalinas y el clima tan acogedor, se convierte en el escenario perfecto para diferentes actividades recreativas y deportivas.
Uno de las actividades físicas más practicados en este paradisiaco lugar, es el deporte de Remo, el cual, es dinámico, de alta exigencia física y mental. Es capaz de llevar el cuerpo al límite, por ende, muchos consideran esto, un estilo de vida. Nació en Inglaterra, en el Siglo XVII, como un deporte exclusivo para la clase “adinerada”. En El Salvador se introdujo en 1909 en un club náutico en Santa Ana pero, no es hasta inicios del Siglo XXI que su práctica se volvió constante en el país.
Obtener una medalla olímpica requiere millones de dólares en inversión, en el caso de Dinamarca, tiene un equipo de 4 campeones olímpicos en el cual, invierte 4 millones de dólares al año (Datos del 2012). El Salvador, un país con altos índices de pobreza y otros problemas sociales y económicos, esto parece una tarea imposible.
¡La pobreza no es excusa!
En este contexto, para este nuevo ciclo deportivo, Compassion El Salvador, apunta a la masificación de los deportes que en algunos casos, han sido exclusivos para personas con “posibilidades económicas”. Por ello, el día miércoles 21 de febrero, se realizó en el Club Salvadoreño Corinto, una exhibición por parte de la federación de Remo de El Salvador. Un total de 80 jóvenes beneficiarios de7 Iglesias asociadas a Compassion de la zona centro, fueron parte de dicho evento.
En sus rostros era evidente la emoción y curiosidad de poder apreciar los botes. De todo este grupo de aspirantes, una gran parte eran señoritas, las cuales, sin temor se mostraban seguras de querer practicar este deporte. Al respecto de esta oportunidad, Emily Ponce del Proyecto ES795 expresó: “A veces la gente dice que solo por ser niña no lo puedo lograr pero es muy diferente, yo sé que lo puedo lograr.”
Cada joven y señorita de los proyectos de Compassion, saben muy bien que la pobreza no es excusa y se atreven a soñar creyendo que Dios cumplirá esos anhelos guardados en el alma. Kevin Martinez del proyecto ES770, “Faro de Luz”, después de subirse al bote y sentir los remos en sus manos, expresó: “Mi sueño ya con esta experiencia es que, me gustaría ir a las Olimpiadas y dar la cara por mi país.”
Dios abre las puertas de oportunidades y continúa sorprendiendo a cada niño, niña y jóvenes de las Iglesias asociadas a Compassion. Sin duda sabremos, que solo es cuestión de tiempo para que estos niños, traigan medallas de oros en la modalidad de Remo y alimenten el corazón de toda una nación que no tiene presupuesto para apoyo a este deporte pero, en Dios, todo es posible.
Fotografías y Texto por Dave Vásquez, Storyteller Collaborator